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Ayudar a robotistas mediante el acto de jugar con ciertos videojuegos gratuitos

Publicado: 14 de octubre de 2013 Categoría: Noticias del Sector

Unos robotistas de la Universidad Rice en Houston, Texas, Estados Unidos, han ideado una estrategia mediante la cual obtienen datos útiles de las partidas jugadas por internautas con videojuegos online que el equipo de científicos ha preparado con este fin

Ayudar a robotistas mediante el acto de jugar con ciertos videojuegos gratuitos

Estos robotistas trabajan en el perfeccionamiento de algoritmos de control para enjambres de robots minúsculos, y los datos que obtienen de cómo los jugadores humanos se las ingenian para controlar grupos de robots ficticios, y guiarlos por laberintos y para superar obstáculos, les sirven a esos robotistas para perfeccionar dichos algoritmos destinados a robots reales, o incluso para desarrollar algoritmos de control nuevos.

Hay cinco videojuegos disponibles, pensados para que casi cualquiera pueda jugar con ellos. Los jugadores utilizan métodos simples de control para mover los grupos de robots. A veces el objetivo a conseguir en el videojuego es empujar un objeto más grande hacia un lugar en particular. Otras veces, el objetivo es mover el grupo de robots hacia un objetivo o hacer que dicho colectivo asuma una determinada forma física. Cada vez que se juega una partida de un videojuego, el sitio web recopila información sobre cómo se completó la tarea.

Se puede jugar con los videojuegos aquí:

http://www.swarmcontrol.net/
 

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Aaron Becker con robots como los usados en el experimento, y una letra "R" integrada por ellos. (Foto: Jeff Fitlow / Universidad Rice)


Lo que los robotistas aprenden de las partidas con los videojuegos y sus experimentos de laboratorio se aplica directamente a problemas del mundo real, tal como subraya Aaron Becker, del equipo de investigación. Por ejemplo, si un médico tuviera un enjambre de varios miles de robots microscópicos, cada uno con una pequeña carga útil de fármacos contra el cáncer, ¿sería posible guiarles mediante señales magnéticas de un aparato de captación de imágenes por resonancia magnética (RMI, o MRI) para que todos se dirigieran al tumor?

 

Para demostrar el tipo de comportamientos complejos que se puede lograr con sistemas de control simples, Becker realizó un experimento, que resultará carismático para muchos jugadores veteranos de videojuegos. En ese singular experimento, una docena de robots de pequeño tamaño dispersos aleatoriamente fue dirigida para que entre todos formasen una figura compleja, una letra "R" mayúscula. Lo más notable es que para dirigir a todos los robots, Becker usó una sola unidad de un sistema de control tan sencillo como emblemático: Un joystick añejo, de los provistos con un solo botón y que se usaban para videojuegos en la década de 1980. Con este joystick, Becker sólo podía dar dos órdenes o comandos a los robots: rotar y avanzar hacia delante. Además, como todos los robots estaban conectados al mismo joystick, cada uno de ellos recibía exactamente los mismos comandos. Las interacciones entre ellos y el "ruido" aportaban el margen de maniobra que Becker supo explotar para conseguir el objetivo que se había propuesto.

Los robots usados en los experimentos son de un tipo experimental conocido como "r-one". Es un sistema multirrobot barato pero sofisticado que James McLurkin, director del Laboratorio de Sistemas Multirrobot adscrito a la Universidad Rice, comenzó a diseñar en 2009. Cada robot r-one, del tamaño de una rosquilla, tiene una radio, un motor, dos ruedas, decenas de sensores y electrónica integrada.