Con el prototipo de un minibús inteligente, el diseñador industrial Édgar Sarmiento fue premiado en dos categorías en el Urban Mobility Challenge: Berlín 2030, un concurso hecho por la empresa estadounidense Local Motors. Una idea colombiana que es reconocida en el extranjero.

“Todo surgió en el 2012 con una competencia en la que se nos pedía presentar ilustraciones y diseños de una serie de transportes descritos en un libro que contaba la historia de una ciudad del futuro. Desde entonces comencé a imaginar cómo sería un vehículo de este tipo”, asegura Édgar.
Así, el proyecto fue evolucionando poco a poco hasta llegar a Berlino, nombre que el joven le dio a su bus inteligente. Tiene un tamaño similar al de un automóvil, aunque es más alto para que puedan viajar sujetos de pie, su conducción es automática, tiene capacidad para diez personas, posee rampas para la gente en situación de discapacidad y sus dimensiones fueron diseñadas a partir de parámetros antropomórfiscos.
El sistema que ofrece es automatizado y funciona a través de una aplicación móvil. Esto quiere decir que el usuario planea la ruta, la plataforma capta esta información, la une con otros datos y le propone a la persona alternativas que le podrían ser útiles. “La app le dirá un bus pasará en cinco minutos en tal parte, pero también hay otro que llegará en 20 minutos y que hará una parada en x calle, afirma el egresado de la Universidad Nacional. De esta manera el individuo podrá saber cuál es su mejor opción”.
Y como Berlino se mueve por la ciudad mientras obtiene y analiza una gran cantidad de información, evitará calles o avenidas que se encuentran congestionadas. Una ventaja que permitirá el uso eficiente de las vías. Adicionalmente este medio de transporte es eléctrico, está provisto de baterías de hierro y de litio y contará con estaciones determinadas para recargarse. Además, el minibús es alimentado a través de paneles solares.
Por otra parte, el diseñador industrial fue premiado en este concurso en la categoría de sistemas de transporte de carga con un segundo prototipo. Tiene la misma estructura de Berlino y también cuenta con un sistema automatizado. “Lo ideal es que el producto que se lleve en el carro tenga unos códigos que describan sus características (peso, altura, tipos de empaque, etc). Esto es interpretado por una computadora y así se programa el espacio del container para disposición de la carga”, dijo Édgar. De esta manera una aplicación le recomienda a los trabajadores cómo debe ser la organización del cargamento. Así mismo, la app estima el número de empleados que se necesitan y que deben ir dentro del vehículo. Si se llegase a quedar sin carga, se enviará otro transporte para que lo provea de energía.
El futuro para Édgar y su Berlino se ve brillante y optimista. Por un lado la empresa que realiza el Urban Mobility Challenge planea elaborar 12 vehículos de este tipo el próximo año. Además, el joven reclamará su premio por participar en otro concurso en Estados Unidos en el cual quedó de segundo lugar gracias a la creación de un medio de transporte rural de carga. Finalmente se enfrentará a un nuevo reto: un máster en Diseño de Transportes que cursará en Italia.