En la isla de Barú se dio inicio a la construcción de la primera planta de regasificación de Colombia. Estará lista el próximo año y su capacidad permitirá producir el 27% de la demanda de energía del país.

La regasificadora transformará el gas licuado en gas natural y beneficiará, principalmente, a las tres termoeléctricas más importantes de la región Caribe: Termobarranquilla, Termocandelaria y Zona Franca Celsia.
En su primera fase la construcción estará instalada en un barco que permanecerá anclado en el puerto. Allí se realizará el proceso de conversión y se abastecerá a través de oleoductos a la red nacional de Promigás. La segunda etapa, tener la planta en tierra, dependerá de que las termoeléctricas así lo demanden.
“Este es el primer ciclo, pero el segundo no está definido y depende de otras consideraciones, como las hechas por las térmicas. Lo único es que, por razones técnicas, debe haber un consumo mínimo de 50 millones de pies cúbicos. Este proyecto se vuelve cada vez más importante porque los fenómenos extremos se presentan con más frecuencia”, dijo el presidente de Promigás, Antonio Celia.
En la obra se destinarán cerca de 140 millones de dólares y el Ministerio de Minas y Energía, el Ministerio de Ambiente y la Agencia Nacional de Licencias Ambientales apoyaron esta inversión. “Es la primera planta con la que el país tiene acceso al mercado internacional de gas natural licuado. La producción con combustibles líquidos es mucho más costosa y ya no será necesaria”, aseguró el gerente de la Sociedad Portuaria del Cayao, José Luis Montes.
En América Latina sólo hay construcciones de este tipo en Chile (dos), Argentina y Brasil. Este proyecto llega en momentos en que se pronostica que Colombia tendrá un déficit de gas para 2017 de entre 50.000 y 100.000 pies cúbicos.